Taller de lectura: Hemos leído Una lectora nada común de Alan Bennett
Posted by bibliopiedras en enero 16, 2012
¿Qué pasaría si Isabel II, reina de Inglaterra se aficionara a la lectura? Esta es la hipótesis que propone Alan Bennet en esta novela donde puede degustarse una buena dosis de puro y fino humor inglés. En ella el autor nos contrapone dos figuras: por un lado describe la imagen pública de la reina tal y como la conocemos, por otro lado, crea un personaje, la mujer en la que la reina se convierte (o se convertiría) gracias a los libros.
Al margen del interés que pueda suscitar descubrir la parte de verdad y la parte de fantasía con las que el autor construye a la protagonista, el gran hallazgo de esta novela corta es la forma en la que se convierte en un gran elogio de la lectura. La lectura puede transformar a una persona, la humaniza, la enriquece, le infiere espíritu crítico, puede incluso cambiar nuestra vida por completo. Bennett consigue transmitir el placer que es la lectura y la forma en la que el lector suele evolucionar: uno empieza leyendo por entretenerse y llega un momento en el que busca algo más, al principio hay obras que nos resultan difíciles y más adelante, sin embargo, esas mismas obras las disfrutamos completamente… Cualquier aficionado a la lectura va a reconocerse en esta novela.
El libro tiene un estupendo final inesperado, trata algunos temas con humor (los recortes en bibliotecas, el egocentrismo de los propios escritores, el hecho de que el gusto por la lectura no predomina precisamente en general en nuestra sociedad) y está lleno de frases para recordar.
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«Nunca le había interesado mucho la lectura. Leía, por supuesto, como todo el mundo, pero el gusto por los libros era algo que dejaba a los demás. Era un hobby, y la naturaleza de su trabajo entrañaba no tener hobbies. El jogging, cultivar rosas, el ajedrez o escalar, el aeromodelismo y decorar tartar. No Las aficiones suponían preferencias y había que evitar las preferencias: excluían a la gente. No tenía preferencias. Su trabajo consistía en mostrar interés, pero no en interesarse. Y además leer no era hacer algo. Ella hacía cosas. Así que paseó la mirada por la camioneta tapizada de libros y trató de ganar tiempo.»
«Cuando empezamos un libro lo terminamos. Nos han educado así. Libros, pan y mantequilla, puré de patatas: no hay que dejar nada en el plato.»
«Lo que asimismo estaba descubriendo era que un libro llevaba a otro, nuevas puertas se abrían dondequiera que mirase y los días no eran lo bastante largos para leer todo lo que ella quería.»
«Aleccionar no es leer. De hecho es la antítesis de la lectura. Aleccionar es sucinto, concreto y pertinente. Leer es desordenado, disperso y siempre incitante. El aleccionamiento cierra un tema, la lectura lo abre”.
«Un libro es un artefacto para encender la imaginación»
«No pones la vida en los libros. La encuentras en ellos.»
«Los libros no suelen inducir a la acción. Los libros, por lo general, sólo nos confirman lo que , quizá involuntariamente, ya hemos decidido hacer. Leemos un libro para que nos confirme nuestras convicciones. Un libro, por así decirlo, cierra el libro.»
«El atractivo estaba en su indiferencia… A los libros no les importaba quien los leía o si alguien los leía o no. Todos los lectores eran iguales, ella incluida… Los libros no se sometían. Todos los lectores eran iguales…»
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Sugerencias para completar la lectura:
The Queen (2006): una película dirigida por Stephen Frears en la que destaca sobre todo la interpretación de Helen Mirren que recibió un Oscar por este papel. Cuenta los sucesos políticos que tuvieron lugar tras la muerte de la princesa Diana.
Disponible en la Biblioteca de Piedras Blancas.
El discurso del rey (2010): Tras la abdicación de Eduardo VIII, Jorge VI se convirtió en rey de Gran Bretaña. Su tartamudez lo llevó a buscar la ayuda de Lionel Logue, un conocido logopeda que consiguió ayudarlo empleando técnicas no muy ortodoxas.
Una película excelente que recibió cuatro Oscars, entre ellos el de mejor película. El protagonista, el padre de la Reina Isabel II.
Disponible en la Biblioteca de Piedras Blancas.
La locura del Rey Jorge (1994): Nuestro autor, Alan Bennet realizó el guión de esta película.
El rey Jorge III de Inglaterra (1760-1820) sufre de repente una fuerte depresión que acaba transformandose en una especie de locura. Durante su enfermedad, el Príncipe de Gales (el futuro Jorge IV) con algunos apoyos políticos intenta incapacitarlo para acceder al trono.
Disponible en la Biblioteca Bances Candamo de Aviles.
El anillo de Irina de Care Santos. Eva, una de las integrantes del taller, encontro cierta relacion con esta novela juvenil que nos recomienda, especialmente por el repaso que la novela de Bennett hace a la literatura inglesa. En la obra de Care Santos se hace una recopilacion de literatura rusa.
Disponible en las Bibliotecas de Piedras Blancas y Salinas.
Roberto said
Marina critica en La inteligencia fracasada esa reticencia a dejar algo, una película o un libro, que nos aburre pero que, por la razón que sea (porque hemos pagado por ello, por ejemplo) nos obligamos a terminarlo. Personalmente creo que leer un libro a la fuerza, sólo por cabezonería y no por curiosidad o gusto, es un error.
Un saludo y gran labor!
Biblioteca Piedras Blancas said
Gracias, Roberto. 🙂
Por suerte el lector, como describía Daniel Pennac, tiene sus derechos. Uno de ellos, claro, el derecho a no terminar un libro.
Un saludo desde Piedras.
Miguel Martínez Meliá said
Tendría que haberme sorprendido la aparente irreverencia con que el autor trata a su monarquía inglesa. Pero desde el reinado de la mítica reina Victoria a hoy ha pasado mucha agua, no solo por el Támesis, sino por el cana de La Mancha. He de reconocer la habilidad admirable que tiene Bennett para describir el aburrido programa diario de la reina, nada envidiable, pero que está lejos de ofender a su graciosa majestad y describirla como sujeta a las veleidades del gobierno británico, en el que no se percibe atisbos de cultura, sino afán de conservar las formas y medrar en pro de conservar el gobierno de la nación. Vamos: como todos los gobiernos que rigen los sistemas democráticos.