Bibliopiedras

Lectura, Libros, Escritores, Bibliotecas, Internet

Mi ventana de Ariana Saavedra

Posted by bibliopiedras en mayo 25, 2020


Untitled (11)

Fotografía de Nina Leen (1957)

Ahora que vivimos en las ventanas, “son las pequeñas cosas las que nos dan la vida”.

Ariana Saavedra Menéndez es de Piedras Blancas y ha escrito un texto muy emotivo en el que pone palabras a lo que se ha vivido estas semanas. Porque los jóvenes también tienen mucho que decir.

El texto ha sido la base para un vídeo que podéis ver en el Facebook de la biblioteca.

……………….

Mi ventana    

Estos días solo recordamos todo aquello que vivimos y que anhelamos, 

pero no nos damos cuenta de que en este mismo instante estamos haciendo historia y que, aunque las persianas se cierren todos los días, 

jamás se baja el telón.

Porque el tiempo es imparable y a tiempo llegamos. Tenemos que llegar. 


No podemos desperdiciar ni un minuto, pues es tiempo de vivir, 

de otra manera que jamás habíamos vivido, pero es tiempo para hacerlo. 

Hacerlo, así, desde las ventanas, asomándonos a la vida, a lo que está por venir

y a lo que simplemente está y que nunca antes lo habíamos apreciado.

Es curioso, así somos; 

guardamos con estima las imágenes del pasado 

y pensamos irremediablemente en un futuro, 

sin darnos cuenta de que todo ello fue y será un presente. 

Y, precisamente ahora, ese presente está ocurriendo. 

Desde las ventanas, incontables ventanas que dejaron de ser discretas

para ser los destellos de una civilización.

Ventanas que se llenan de colores y palabras,

augurando que todo saldrá bien. 

Ventanas. 

Cientos y miles de ventanas que guardan un espacio en el que respirar el aire 

que ahora [precisamente ahora] es más puro que nunca.

Desde las ventanas…

sonrisas condescendientes, 
respiros transitorios, 
encuentros fortuitos en la distancia, 
cielos inundándose de miradas perdidas. 
Reflexiones, 
impotencia [mucha],
incertidumbre.
Abuelos sin sus nietos,
padres y madres sin sus pequeños.
Videollamadas [muchas], 
bingos comunitarios, 
plazas de aparcamientos vacías, 
lametazos del perro en tus tobillos, 
mentiras piadosas,
el grito de cualquier niño 
a cualquier hora. 
Palabras, 
parques taciturnos, 
adolescentes viviendo por las noches,
dichoso coronavirus, dicen [decimos].

Deseos, 
graznidos, 
domingos infinitos. 
El maullido de tu gato para recordarte que el confinamiento fue su mejor regalo para así disfrutarte cada día. 
El dúo dinámico, 
ganas de besar. 
Máquinas de coser implacables, 
juegos de mesa desempolvándose, 
sirenas, 
pleonasmos, 
el dado dando vueltas en un cubilete, 
las plantas que te crecen como nunca antes lo habían hecho.
Atención, 
aplausos puntuales, 
inagotable egoísmo de algunos, 
solidaridad de otros.  
Desayunos esperanzadores, 
alegrías momentáneas. 
Todo saldrá bien
[exclamándose vehemente].
Inocencia, 
ganas de comernos el mundo 
y todos los postres de la encimera
y, ¿por qué no?
Silencios estremecedores,
setenta y siete años de sabiduría, 
guitarras que no dejan de sonar.
Sueños. 
Señoras que ya no salen a aplaudir, 
¿estará bien?nos preguntamos. 
Saludos cordiales porque no pueden ser de otra manera si son a distancia. 
Incontables suspiros, 
historias bailando sobre las líneas hipnóticas de cualquier libro.
Poemas, 
trapicheos, 
sonidos que antes estaban y nunca nos habíamos parado a escucharlos: 

el faro, las campanas de aquella iglesia, el viento, las gotas en cualquier cristal. 
Metros de distancia, 

cervezas y sidras. 
Cristales nítidos,
nunca estuvieron tan brillantes.
Amalgamas,
mestizaje,
cuerpos sudorosos por mantenerse en forma,
¿qué forma?
Tik toks [y no sólo el de los relojes] 
Insomnio, 
miedos, 
revolución, 
sinestesia.
Canciones que dan voz a nuestros pensamientos más profundos.

Así son nuestras ventanas. 

Así vemos desde y a través de ellas.
Hoy.
Ahora.
Ventanas cómplices de todo ese popurrí, cóctel y batiburrillo de emociones. 


Ventanas que se han vuelto indiscretas, pero…

Esto no es un paréntesis. 
Es una continuación y es también una segunda oportunidad.


Para valorarnos, para apreciar todo lo que nos regala la vida por todo lo que también nos quita. 

Nuestro presente nos regala una lección.

Hoy y todos los días. 

Acuérdate,
acordémonos

de que no solo estamos hechos para vivir,
sino que son las pequeñas cosas las que nos dan la vida.

 

 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

 
A %d blogueros les gusta esto: